En Roma sobre las 11 de la mañana el termómetro ya roza los 40 grados. El sol se siente como fuego en los campos del Fulvio Bernardini de Trigoria donde el equipo de Mourinho (que ayer abrió sus puertas a 4 niños que asistieron a la sesión) está realizando la primera parte de la preparación. Los jugadores, escribe Gianluca Lengua en Il Messaggero, no pueden hacer otra cosa que adaptarse, incluso si ya ha ocurrido que se ha cancelado una sesión por demasiado calor prefiriendo una en el gimnasio.
La gira por Asia fue cancelada y luego, para alegría de José, la directiva tuvo que adaptarse a sus deseos. Sí, porque el viaje intercontinental lo había organizado la presidencia que quería recaudar los más de 3 millones en un puñado de días de verano. Sin embargo, todo se esfumó y la planificación volvió a pasar a manos de José, quien ya obtuvo lo solicitado hace unos meses.
Ahora faltan refuerzos, la única novedad en este inicio de pretemporada Houssem Aouar (Ndicka se incorporará al grupo con los «internacionales» el 17 de julio). El centrocampista argelino contratado a título gratuito no será titular inamovible, al menos de inicio, pero volverá a las rotaciones entre mediocampo y la zona ofensiva y se prepara para debutar en el primer encuentro liguero ante el Salernitana ante la ausencia de Pellegrini y Dybala por sanción.
