Hoy no hay excusas. Pero la respuesta debe darse ante todo al entrenador, a la afición y, sobre todo, a ellos mismos. La Roma afronta el derby en la duodécima jornada después de la dura derrota en Praga que dejó consecuencias principalmente dialécticas en el vestuario giallorossi asegura este domingo Il Tempo.
El derby llega, paradójicamente, en el momento adecuado para reaccionar. Mourinho habló de personalidades tras el partido europeo. Un término siempre complicado de digerir para los futbolistas. Pero cuando el ‘Special One’ habla, no hay mucho que decir. La actitud y la preparación para el partido contra el Slavia enfurecieron al luso, que aprovecho la oportunidad para empezar a preparar el duelo contra la Lazio el jueves por la tarde. Equipo con la espalda contra la pared y sin coartadas en setenta y dos horas proyectadas de cara al partido de hoy.
Regreso a la capital el viernes por la mañana con entrenamiento de descarga por la tarde. Ayer ultima sesión de traajo y pernoctamos en Trigoria. Nadie habló, ni siquiera el entrenador. Se presta mucha atención a la preparación del partido, dado que además de la importancia del derbi en sí, hay una clasificación que mejorar y una temporada, la del año pasado, que redimir en términos de comparaciones con los biancocelesti. Mourinho, ante Sarri, tiene un balance muy negativo: tres derrotas en cuatro partidos anteriores y una única victoria que se remonta al 20 de marzo de 2022, cuando los Giallorossi dominaron el derby con goles de Abraham y Pellegrini.
El portugués tiene muchas ganas, como bien declaró en Praga con el objetivo de sacudir aún más el ambiente que le rodea. Necesita urgentemente señales de vida de su grupo, del que sólo salvó polémicamente al Bove después de la Europa League. Es imposible pensar que la Roma abandone el camino trazado por el setubalense, aunque su aventura termine en unos meses. Es demasiado importante continuar la lucha por los puestos Champions, es crucial intentar una vez más llegar al final en Europa y es necesario honrar la Copa de Italia.
Mientras tanto, José pide empezar con el derby. Partido decisivo para esta primera parte de la temporada. De hecho, a partir de mañana, con el parón internacional en marcha, se podrá hacer balance de una parte importante del campeonato de la Roma. Hay mucho en juego, Mourinho lo sabe. Por eso apretó fuertemente su mano. Ahora, sin embargo, palabra a los jugadores.