El primer pensamiento del domingo estuvo dedicado a Marash Kumbulla. La noticia de la ruptura del cruzado ha generado un gran disgusto en la familia romanista, que pierde un importante recambio en defensa y un profesional querido por todos. Pero José Mourinho, tras consolar a su jugador, deberá pensar en armar un equipo competitivo para el partido de Monza, encuentro ya programado en dos días, y para los que vendrán.
¿Cómo planificará el equipo de Mourinho? La solución más obvia sería volver a la defensa de cuatro, que había dado una buena victoria ante la Sampdoria, en una situación casi idéntica: faltaban tres centrales. En este caso los defensores serían Mancini e Ibañez, con Celik confirmado por la derecha y Zalewski ascendido por la izquierda en lugar de Spinazzola. Pero la vuelta de Zalewski al rol de lateral puro es una apuesta que para Mourinho solo puede tener sentido para una parte del juego, menos desde el principio. Este es el gran problema: la Roma tiene que gestionar algunos jugadores, incluido Spinazzola, pero no tiene suficientes soluciones alternativas cuenta este lunes Corriere dello Sport.
Por otro lado, en la delantera se espera el recurso de fuerzas frescas: por detrás de Abraham deberían estar El Shaarawy y sobre todo Solbakken, quienes el sábado arrancaron desde el banquillo. Habrá que ver si Mourinho querrá dar algún descanso a Pellegrini, que viene de un ciclo donde gasto muchas fuerzas sin descanso y hay que dosificarlo. Pero el plan entorno a Dybala es la prioridad, de cara al Inter y el doble partido de de semifinales de la Europa League.