La cuenta regresiva ya está en marcha: tras establecer una intensa relación virtual, fundamentalmente a través de las redes sociales, José Mourinho y la Roma se preparan para su primera cita real escribe Corriere dello Sport. Se mirarán a los ojos, se estudiarán de cerca, aprenderán a conocerse en profundidad. En los últimos días, una delegación del club realizó una inspección en el aeropuerto de Ciampino, en el ala reservada a vuelos privados, para detallar el desembarco del inquilino más esperado en Trigoria.
La fecha de llegada está fijada para el 3 de julio, es decir en exactamente una semana, pero también podría adelantarse al día 2. Aún no se sabe si Mourinho viajará desde Londres, quizás junto a los Friedkins que tanto le querían, o desde Portugal, donde pasó unos días de vacaciones. La segunda hipótesis parece más probable por los problemas relacionados con el Covid y la cuarentena para los que llegan del Reino Unido. Pero el plan parece tan perfilado que Guido Fienga, tras unos días de descanso, está dispuesto a volver a la pista para participar en el comité de bienvenida.
Por otro lado, la temporada de la Roma empieza ya el día 5. Porque es cierto que el encuentro oficial está previsto para los días 6 y 7 de julio, cuando los jugadores se someterán a las pruebas médicas y deportivas. Pero el día anterior, según el protocolo, todos los miembros del equipo serán sometidos a PCR de control. Muchos están vacunados. Entonces para estos será una mera formalidad. Pero otros, especialmente los que regresan de vacaciones en el extranjero, deberán ser examinados.
En cuanto a la primera aparición pública de Mourinho, la reserva de la Roma es absoluta. Fecha incluida. Ciertamente, no hay conferencia de prensa inmediata el 3 de julio, más aún si ese mismo día Italia participará en los cuartos de final del Campeonato de Europa. Es igualmente cierto que la ubicación no será Trigoria, que no pudo albergar un número adecuado de periodistas en la era de Covid.
Los Friedkins quieren organizar un evento a lo grande, y que de alguna manera involucre a los fanáticos, quizás con la difusión de imágenes en unas grandes pantallas colocadas en la ciudad. También participará Maurizio Costanzo, el nuevo asesor de comunicación. Las primeras ideas, desde Caracalla hasta el Coliseo, fueron descartadas por motivos organizativos (la obtención de permisos en estos días hubiera sido imposible). El Olímpico, que la UEFA liberará después de los cuartos de final el 2 de julio, tampoco está disponible.
