Que Josè Mourinho es un tipo directo es algo que todos sabemos. Por eso, hace unos días, definió el césped del Olímpico primero «un campo de papas» luego «un campo parecido a una playa» quizás pocos lo esperaban. Es difícil, viendo el césped en directo o por televisión, culpar al técnico portugués: lo habla desde el amistoso Roma – Shakhtar, cuando Dybala (no precisamente el más pobre técnicamente de los jugadores) falla un saque de esquina al levantar lo que parece arena, pero en realidad es tierra, y de ello también se habló ayer, durante el Lazio – Inter, cuando tanto los que estaban en el estadio como los que vieron el partido por TV se dieron cuenta, y lo hicieron presente sobre todo en las redes sociales, que «un campo así no corresponde a la Serie A».
Sin embargo, según lo que relata La Gazzetta dello Sport que profundizando en el tema, hay una explicación: el terreno del Olímpico no está mal ni mal hecho, ni mal cuidado, simplemente es joven y, según algunos, más penalizado por un aspecto visual que por un efecto real. Y por lo tanto, para usar el término técnico, que los expertos usan para describir los parques infantiles recién nacidos, “se despega”. Tras la victoria de la Conference League, con la afición de la Roma que también celebró sobre el césped del Olímpico se llevo algunos pedazos, y tras un verano de conciertos el departamento de Deporte y Salud, tuvo que rehacer el césped desde cero, los primeros días. de julio (entre la primera y la tercera semana) con una inversión superior a los 130 mil euros.
De cara al Roma – Monza del martes 30 a las 20.45 horas, los jardineros trabajaban para que los jugadores encontraran el terreno de juego en las mejores condiciones posibles. También porque de aquí al 18 de noviembre los partidos que están programados en 75 días: las 11 personas que se encargan del mantenimiento del campo tendrán mucho que hacer. Y, de hecho, desde las 8 de esta mañana, ya están en el trabajo.
