Setenta y dos minutos como titular en el Allianz Stadium de Turín. Una velada que seguramente Niccolò Pisilli nunca olvidará, la primera como titular en la Serie A con la Roma contra la Juventus después de un verano como protagonista. El joven de veinte años, formado en la cantera de los capitalinos, se ha marcado desde el inicio de la pretemporada el objetivo de hacerse con un hueco en el primer equipo, confirmando los sentimientos que De Rossi y el club tenían sobre él cuenta el Il Tempo.
Durante la sesión de mercado de verano Monza, Venecia y, sobre todo, el Lecce de Corvino se acercaron al centrocampista, pero la Roma nunca pasó de pedir una cesión simple que no convenció a los pretendientes. Niccolò siempre ha tenido las ideas claras sobre el futuro: si me quedo es para jugar, sino es mejor probar una experiencia de manera temporal para buscar tiempo de juego. Sólo las necesidades del mercado giallorossi en las últimas horas han hecho que la salida de Pisilli sea una prioridad.
Sin embargo, tras el cierre del mercado italiano, Lask Linz se adelantó y ofreció un préstamo seco para hacerse con el futbolista clse de 2004, garantizando al chico un lugar en la liga y en la Conference. Una elección que parecía ideal para su futuro. Pero luego, llego el stop de De Rossi. Los últimos días de trabajo de Pisilli con el resto del grupo convencieron al técnico para retenerlo hasta que fuera recompensado con la titularidad ante la Juventus. Un preludio de lo que podría ser una temporada verdaderamente «adulta» para uno de los talentos más cristalinos de Trigoria.