Los aficionados de la Roma esperan conocer el futuro de Henrikh Mkhitaryan. El domingo ante el Spezia podría ser el último partido del armenio con la camiseta de la Roma, la esperanza de Tiago Pinto es que el jugador, asistido por Mino Raiola, pueda aceptar la opción de otro año de contrato iniciado el pasado mes de enero.
Mkhitaryan tiene hasta el 31 de mayo para decidir si se queda o no. Porque a final de mes se iniciará automáticamente la renovación del contrato por otra temporada. Si el armenio no envía a la Roma un pec anunciando su despedida la semana que viene, entonces puede quedarse un año más en la capital en la cancha de José Mourinho. Aunque en realidad el armenio –que habría pedido un aumento de sueldo de alrededor de un millón– también podría decidir liberarse y luego negociar una renovación de contrato con los Giallorossi en las próximas semanas bajo sus condiciones. Una jugada para presionar al club y así poder arrebatarle un año más de contrato y sumar una «bonificación» a su sueldo.
Lo que mueva la balanza será, naturalmente, el efecto Mou según escribe Jacopo Aliprandi en Corriere dello Sport. Oferta en Europa no le faltarían, pero como ha dicho recientemente está «enamorado de Roma» y primero quiere entender cómo evolucionará la situación en Trigoria. La llegada de Mourinho lo desplazó por completo, él tampoco esperaba al Special One con quien tuvo más que un enfrentamiento durante su experiencia en el Manchester United. La semana que viene los dos tendrán una entrevista para entender si esta nueva relación de trabajo puede funcionar: la afición cruza los dedos y le pide a MKhitaryan que se quede, él ama a Roma pero en su último contrato importante quiere entender si todavía puede ser protagonista en el equipo.
