Casi parece una maldición. Cada seis meses, en cada ventana de fichajes, el viento inglés vuelve a soplar hacia Roma para intentar llevarse uno de los trofeos del equipo: Nicolò Zaniolo.
Según cuenta este miércoles el diario La Repubblica el último club en moverse seria el Arsenal. Que perdió al ucraniano Mudryk, que recaló en el Chelsea, y ahora se encuentra con una avalancha de dinero para gastar en reforzar el departamento de ataque con un extremo capaz de jugar por las dos bandas. Y a Mikel Arteta, el entrenador de los líderes de la Premier League, le gusta Zaniolo desde hace tiempo. Por eso ya se han abierto contactos: estimaciones entre 30 y 40 millones.
En verano el Tottenham lo intentó: Conte y el equipo de Paratici llegaron a poner sobre la mesa una opcion con rescate obligatorio en determinadas condiciones (no imposibles de conseguir) y a cifras muy altas. Pero la fórmula no convenció al club. Y luego fue sobre todo José Mourinho quien frenó la salida de Nicolò, que quería mantener al chico en Roma a toda costa.
Pero muchas cosas han cambiado en el torno de Zaniolo respecto al pasado 25 de mayo, cuando le dio el titulo de la Conference League a la Roma con un gol ante el Feyenoord. En definitiva, el jugador no esta especialmente sereno, le gustaría claridad y no sentirse en el centro de la tormenta después de cada partido.
En cambio, en la Premier League ha sido propuesto con frecuencia en las últimas semanas por intermediarios convencidos de poder arrebatarle la cesión a la Roma. Pero el club giallorossi no se plantea fórmulas del préstamo: quien quiera a sus jugadores debe pagar por ellos. La única posibilidad aceptable es la obligación de comprar. Y esto también se aplica a los que quieren a Zaniolo, también porque la Roma tendría que reemplazarlo. O al menos invertir en el mercado para conseguir Frattesi.