Tras dos días de mercado de fichajes, la Roma aún no ha encontrado al defensa solicitado por José Mourinho. Y este miércoles, en los octavos de final de la Copa de Italia contra el Cremonese, se agudiza la emergencia defensiva, escribe Marco Juric en el diario La Repubblica. El ‘Special One’ no tendrá disponibles a Smalling, Kumbulla, Ndicka (en la Copa Africana de Naciones) y Mancini (dolor en la ingle). Y para asegurar el pase de fase y el consiguiente derby contra la Lazio en cuartos de final, tendrá que confiar en una defensa experimental formada por Celik-Cristante-Liorente.
Todo se sabia a partir de septiembre, tal y como subrayó Mou tras el partido ante la Juventus. Pero sin resolverse en cuatro meses. La Roma llega al primer partido de enero con un solo defensa de rol disponible. Y la más que generosa cuenta atrás para fichajes es sólo la prueba de fuego de las dificultades del club Giallorossi. Se necesita un regalo, o una venta y el candidato número uno es Spinazzola (sondeado por Galatasaray y Arabia Saudí). La Roma no se resistiría a su marcha, pero no han llegado ofertas oficiales.
El otro buen nombre para liberar espacio es el de Renato Sanches, pero las señales desde París no son positivas. La cesión no terminará a menos que la Roma encuentre otro club dispuesto a hacerse con él. Prácticamente un punto muerto. Luego está el mañana, el de la planificación: ¿cómo será la Roma el próximo mes de junio? Una tarea que estaría en manos de la directora ejecutiva Lina Souloukou. En el silencio ensordecedor de los Friedkins sobre las renovaciones de Mourinho y Tiago Pinto, la directiva griega, en la sombra, trabaja en el futuro de los Giallorossi.
Ampliar los horizontes también al ámbito deportivo. No es ningún secreto que lleva semanas presionando al nuevo director deportivo. La idea es llevar a Roma al confiable Francois Modesto (actualmente en Monza) con quien trabajó en el Olympiacos. Souloukou también ha comenzado a explorar la disponibilidad de algunos entrenadores en caso de no renovación de Mourinho. De Palladino a Italiano, pasando por Pioli y el sueño de Xabi Alonso. Charlas informales con quienes velan por sus intereses para llevar el paquete completo a la mesa de los Friedkin: entrenador y director deportivo.