Era el 28 de mayo de 2017, el día de la última presentación de Francesco Totti en el Estadio Olímpico de Roma. Por última vez, el capitán Giallorossi pisaba el manto verde de la que había sido su casa durante veinte años. La ceremonia de su adiós nos dejó un momento especial, entre tantos, pero hubo uno muy especial, y el cual todos los aficionados nunca olvidarán: una entrega, Totti dejó simbólicamente su brazalete de capitán, ese que nunca entregaba cuando abandonaba el campo, a un niño de apenas 11 años.
Ese niño era Mattia Almaviva, y quien también cumplía el rol de capitán, pero en aquella época de la categoría infantil del conjunto capitalino. Después de tres años, Almaviva se ha convertido en un joven de 18 años y 7 años después de aquel día, Mattia firmó su primer contrato profesional con el club capitalino. Una emoción única para un chico que creció arropado por los colores de su equipo favorito.
Mattia hoy juega con la Roma Sub-18, de la que es capitán. El joven delantero centro ganó el scudetto sub-16 con el equipo juvenil capitalino y luego jugó regularmente con el plantel sub-17. Ahora alcanzó la meta de ser un profesional de pleno derecho, sobre ello expresó sus emociones en una publicación en las redes sociales:
«Lo he soñado desde pequeño, luché por conseguir este punto de partida y ahora puedo decir felizmente que lo he conseguido. Por fin puedo decir que he firmado mi primer contrato profesional con la Roma, y quiero agradecer al club por la gran oportunidad brindada, a mi familia y a mis agentes, esperando alcanzar otros objetivos como este. FORZA ROMA».
