Los Giallorossi han restablecido contactos con la Juve, que siempre ha sido un enemigo en el campo y un cómplice detrás del escritorio, para fortalecer un eje histórico del mercado e intentar una serie de ganancias de capital para hacer que el equilibrio respire. Parecía todo listo para que se diera la despedida de Pallotta, pero el paso atrás de Friedkin obliga al bostoniano a remediar una situación que no es color de rosa, garantizando la famosa «continuidad» de la compañía.
La deuda financiera de 278,5 millones obliga a elegir: vender las joyas más preciosas, Pellegrini y / o Zaniolo, o probar otro camino menos sangriento desde un punto de vista técnico y emocional, que curiosamente conduce a Vinovo. Además del asunto Luca Pellegrini-Spinazzola, el verano pasado los dos clubes han intentado el intercambio entre Rugani y Riccardi. Y según cuenta Corriere dello Sport intentarán de nuevo hacer este trueque. También porque la Roma nunca ha dejado de seguir al defensor a quien Sarri considera un jugador «top» a pesar de haberlo empleado solo 3 veces en el campeonato. Una historia similar para Riccardi, que tiene 19 años: todos lo elogian, pero terminará su viaje en la primavera sin siquiera una llamada de Fonseca. Paratici podría garantizarle a su amigo Petrachi los 8 millones que pide, o poner la carta del defensor de la clase ’94 en el plato. En los diálogos entre los directores deportivos a menudo salen los nombres de Mandragora y Cristante. La Juve ejercerá un derecho de recompra de 26 millones en el primero, pero su evaluación es de alrededor de 30, lo mismo que la Roma aceptaría para liberar al ex Atalanta. Intercambio a la par con ganancias de capital relativas.