En poco más de un día se vendieron más de 37 mil entradas para asistir a la final de la Conference League ante el Feyenoord en el Estadio Olímpico gracias a la instalación de varias pantallas gigantes: en total serán seis, además de las dos situadas en el centro de la dos curvas. Tras la confirmación de los 11 mil abonados, ayer se produjo el auténtico boom que obligó a Roma a abrir también la Curva Nord.
El sold-out se fija en 50 mil, dado que se han retirado de la venta las butacas que obstruyen el cono visual de las pantallas gigantes, que se instalarán en el campo: dos bajo las gradas y una por esquina, además de los monitores en la parte superior, donde suelen aparecer las formaciones. Habrá tiempo hasta el martes para adquirir, por 10 euros, la entrada de acceso al recinto capitolino: las puertas se abrirán sobre las 18.30 horas, como es costumbre en un partido nocturno de los giallorossi.
