La telenovela sobre la negociación entre Roma y Santos por Marcos Leonardo se enriqueció ayer con un nuevo episodio.
Después de que el club amarillo y rojo elevara la oferta a 12 millones más 6 en bonificaciones, con un 10% sobre la futura reventa, ayer el atacante se negó a entrenar, según informa globoesporte.com. Se presentó en el centro deportivo del club brasilero pero no quiso vestir el uniforme técnico, dijo a los directivos que quería ir a Roma y volvió a casa.
Según informó el portal ‘Globo’, el Peixe parecía dispuesto a dejar salir solo a Washington en dirección a Londres, Chelsea, y seguir apostando por el número 9 para garantizarle al equipo valiosos goles de cara a la lucha contra el descenso.
Pero tras la negativa del chico a entrenarse, Santos parece casi obligado a aceptar la oferta de los giallorossi y cumplir con los deseos del atacante. Furch y Mezenga permanecerán en el equipo para sostener el departamento ofensivo.