El Lecce vuelve al Estadio Olímpico para enfrentarse a una Roma que hace dos años, en la Serie A, les aplastó con un contundente 4-0 y que en su estadio no les deja sitio a la victoria desde la temporada 2004-05.
Marco Baroni y un auténtico romano como Arturo Calabresi, que creció en la cantera de la Roma, también regresan por primera vez como entrenador. «Jugará desde el inicio como central», anunció ayer el técnico.
Baroni, que se incorporó a la Roma de Eriksson con 23 años («La Roma de Pruzzo y Conti, un equipo increíble para un joven como yo que se acercaba a la Serie A») vivió una temporada fluctuante con diecinueve partidos y dos goles: uno al Brescia (2 -1), en el que hizo de todo (goles y autogoles) y el otro con el Empoli, que también terminó en victoria 2-1 según los reportes de Corriere dello Sport. Jugó para la Roma entre 1986 y 1988 acúmulo en total 31 partidos.
Baroni ya ha advertido a sus jugadores que no piensen en «un premio fuera de casa sino en una oportunidad para que todos puedan competir contra un equipo importante con atletas de nivel internacional». Es un desafío contra nosotros mismos, más allá del valor del oponente”.
El técnico sabe muy bien que la Roma quiere ganar: “Leí que desde luego tiene muchas ganas de pasar la ronda de Copa donde no le va bien desde hace unos años tras ganar nueve ediciones. Por lo tanto nos enfrentaremos a un oponente que está decidido a continuar su carrera. Ante esta perspectiva, el Lecce no puede jugar un partido diferente a los que siempre hace. No debemos distorsionar nuestro juego, no podemos cometer un error, ni siquiera un saque de banda”.
