Llegó a Italia con el apodo de «mansinho», que le dio su abuela. Y visto en Venecia, Amantino Mancini parecía un tipo manso, escribe Stefano Carina en Il Messaggero. Hasta el punto de que en Venecia, tras los 15 goles marcados en el Atlético Mineiro, se había perdido en la Serie B.
La Roma al final de la temporada quien lo había dejado en la laguna, lo lleva a Trigoria. Y aquí, en la incredulidad general, nació la historia del Taco de Dios. Cinco temporadas en los Giallorossi, 222 partidos y 59 goles. Aunque todos tienen en mente sobre todo el primero, el que marcó en el derby del 9 de noviembre de 2003. Mancini, ¿Te acuerdas? “¿Y cómo se me iba a olvidar? Cassano saca una falta desde la derecha, me quito la marca de Corradi. El balón pasa entre mis piernas y decido pegarle con el talón derecho. Un gesto técnico maravilloso, buscado y querido. Y luego la corrida hacia la Curva Sud, fantástico. Quedó en la historia del derby”, dijo el brasileño en una entrevista en el Diario.
¿Cómo terminará el derbi el domingo?
«Ganamos 2-0, o mejor dicho, 2-1. Espero que sea un partido divertido. La Roma es la imagen de Mourinho, no se pueden equivocar».