Son días de reflexión también para los Friedkins sobre la cuestión de Zaniolo, que también espera respuestas de la UEFA. El número 22 volverá mañana a Trigoria para entrenar, luego se vera si de forma individual o en combinación con el resto de sus compañeros.
Además, en estas horas (medianoche) la Roma deberá comunicar la lista de la UEFA, que sin embargo no será oficial públicamente al menos hasta mañana por la mañana. Y por tanto, en consecuencia, habrá que esperar para saber si Zaniolo, al igual que Karsdorp, estran presentes. De hecho, el club giallorossi primero quiere recibir todos los oks desde Nyon, ya que tras el acuerdo con el órgano rector del fútbol europeo también debe estar incluido en ciertos límites a la hora de armar la plantilla para Europa.
De hecho, en las temporadas 2022/23 y 2023/24, la Roma no puede inscribir nuevos jugadores en la lista de la UEFA, a menos que el «balance» de la Lista A sea positivo, es decir, el balance entre los costos de los jugadores que salen y los de los jugadores que ingresan es realmente positivo. Habiendo cedido a Viña y Shomurodov, para dejar sitio a Wijnaldum, Solbakken y Llorente, Zaniolo aún podría quedar fuera.
Luego está el tema de las relaciones con el club y el equipo: los Friedkins obviamente leyeron y aceptaron la carta del atacante que decía estar ansioso por «estirar la mano y ponerse a disposición de la familia». Sin embargo, independientemente del contenido, para la propiedad de los giallorossi, el momento de las declaraciones de Zaniolo aún es tardío.
Y por eso sus declaraciones no serán tenidas en cuenta de ninguna manera, y no influirán en la decisión de reincorporar al jugador al proyecto, después de que la elección -también confirmada anoche por Mourinho- fuera dejarlo de lado.