Mañana, casi tres meses después de la última vez, la Roma volverá a jugar el lunes. Una jornada inusual, al menos para los giallorossi, que en los últimos años han tenido pocas oportunidades (también por compromisos coperos) de saltar al campo el primer día de la semana cuenta este domingo el diario Il Romanista en su portal web. Y el partido contra el Monza, que tendrá lugar a las 20:45 en el Estadio Olímpico, será un partido importante tanto para seguir escalando puestos en la clasificación de la Serie A como para mantener la moral alta de cara a los próximos partidos de liga y Europa League.
Sin embargo, hay una pequeña tendencia que es necesario revertir. Porque los dos últimos precedentes del lunes no han sonreído nada a la Roma: se trata de los partidos ligueros contra la Atalanta y el Bologna, respectivamente el 2 de diciembre y el 22 de abril de 2024. Con los nerazzurri, en el Estadio Olímpico, se perdió 0-2; Derrota tambien por dos goles de ventaja para los rossoblù, siempre en casa, pero con el resultado de 1-3. Luego, si retrocedemos un poco más hasta principios de 2023-24, los datos mejoran.
El 1 de abril de 2024 se producirá un 0-0 en el Lecce-Roma, un partido marcado por un penalti no señalado por una falta sobre Zalewski. Después, tres éxitos: Roma-Torino (3-2) el 26 de febrero de 2024, con triplete de Dybala; Roma-Cagliari 4-0, jugado el 5 de febrero del mismo año; y Salernitana-Roma 1-2, segundo partido oficial de De Rossi, el 29 de enero de 2024. Las dos últimas derrotas son sin duda un motivo más para afirmarse y buscar con insistencia la victoria ante el equipo de Brianza.