Ya verlos ayer sobre los terrenos de Trigoria le dio mayor confianza al equipo. Porque independientemente de las declaraciones sobre la fortaleza del grupo y la importancia de cada jugador, una cosa es enfrentarse al campeón alemán con Lukaku y Smalling y otra jugar sin ellos cuenta este miércoles Corriere dello Sport.
Así que la entrada al campo de ayer dio mucha confianza a la Roma, además de poner de buen humor a De Rossi. Antes del entrenamiento, porque entonces seguro que no dejaba de gritar a algunos de sus jugadores. De los que también se sienten fuera del centro de entrenamiento y que reordenan la cabeza, el corazón y las piernas. Al fin y al cabo, esto también es necesario a la hora de preparar un partido tan delicado, en el que hasta el más mínimo detalle puede marcar la diferencia.
Y DDR lo sabe bien, ya que marcó la diferencia con sus jugadas tácticas en el doble partido contra el Milán. Y son precisamente los movimientos tácticos que todavía está estudiando, y que lo hará hoy, los que dejan algunas dudas sobre la formación. ¿El 4-3-3 «clásico» o una defensa con Llorente por la derecha? Hoy el técnico despejará cualquier duda, también por la condición de Smalling, que realizará la prueba decisiva para saber si estará en el partido desde el primer minuto o si empezará en el banquillo.
De hecho, ayer tanto él como Lukaku realizaron todo el entrenamiento con el equipo, y sin duda es reconfortante esperar tenerlos a ambos en plena disponibilidad. Sin trabajo personalizado para Pellegrini, cansado pero listo para jugar mañana, De Rossi puede tener a toda la plantilla disponible (excepto, por supuesto, Celik, Huijsen y Kristensen) y lista para el partido contra los alemanes.
Karsdorp también vuelve al grupo tras perderse el partido contra el Napoli para no correr riesgos y estar disponible en Europa: sin Kristensen (fuera de la lista) y el sancionado Celik, será el único extremo derecho disponible para el Bayer.
El partido de mañana será uno de los más importantes para De Rossi desde que es entrenador de la Roma, escribe Matteo Cirulli en Il Tempo. Para el partido de ida de la semifinal contra el Bayer Leverksuen ante 60.000 en el Olímpico, el técnico giallorossi podrá volver a contar con Smalling y Lukaku, ambos recuperados de sus respectivas lesiones, además de Paredes y Llorente sancionados ante Napoli.
En la portería estará como siempre Svilar, que con sus paradas logró mantener vivi a la Roma en el Maradona. En la derecha la única opción disponible es Karsdorp, dada la descalificación de Celik y la ausencia de Kristensen en la lista de la UEFA, mientras que en el lado opuesto estará Spinazzola. La dupla Mancini y N’Dicka se confirma en el centro de la defensa. Aunque Smalling está totalmente recuperado, De Rossi debería preferir que el marfileño supere la velocidad del departamento ofensivo alemán.
Con el regreso de Paredes se reconstituirá el mediocampo titular formado por el argentino, Cristante y Pellegrini. Después de dos semanas de baja, Lukaku volvió a los entrenamientos grupales y de inmediato se puso a disposición del club para el desafío europeo. El delantero centro belga, máximo goleador del torneo con 7 goles, liderará el ataque junto a Dybala y El Shaarawy.