También en esta jornada de Serie A se ha demostrado que entre los árbitros hay quienes «abusan» de su papel en la sala Var y quienes, en cambio, no lo digieren. Termina prematuramente la temporada del colegiado Luca Banti tras ser sancionado, por ser culpable en Florencia de haber mandado a ver el vídeo a Marco Guida por una falta inexistente en el Fiorentina-Roma. Según los reportes del diario Il Messaggero también ha sido «sancionado» Marinelli, el árbitro que «ignoró» la ayuda del Var en el Venecia-Bologna.
Dos castigos más tras el desastre del Spezia-Lazio y el del Torino-Inter. Señales preocupantes de un desconcierto que está lejos de disiparse en la mente de los árbitros. Hasta el punto de que el propio Var es cuestionado por su utilidad.
Dudas que deben hacer reflexionar a la AIA (con mucha dificultad) sobre cómo «educar» a sus árbitros, dejando claro a los que están delante del vídeo que deben ayudar a los que están en el terreno de juego y no suplantar su autoridad. Sobre todo si el principal es un árbitro con poca personalidad.
