La primera Roma de la segunda temporada de Mourinho saltó al campo sin Nicolò Zaniolo. En la amistoso disputado ayer por la tarde en Trigoria, el dorsal 22 no fue utilizado y se limitó a presenciar el test de sus compañeros. Del comunicado emitido por el club nos enteramos de que el jugador no participó en el compromiso con el Trastevere por una lumbalgia. Nada grave -asegura el entorno del jugador-, pero suficiente para hacer una «opción de prevención». Después de todo, la temporada apenas comienza y nadie está dispuesto a correr riesgos.
En primer lugar Zaniolo, que antes del encuentro con el club se había entrenado durante dos semanas en Pontermoli (sin acusar nunca problemas físicos) para estar a punto desde el primer día de trabajo en el Fulvio Bernardini. No hay caso, por tanto, pero la noticia aún dividió a los fans que comentaron el episodio en las redes. De hecho, más de alguien ha relacionado la ausencia de la clase ’99 con los numerosos rumores del mercado que lo tienen como protagonista desde el final de la temporada pasada. En este sentido, sin embargo, la directiva Giallorossi sigue sin registrar novedades.
Pese a las numerosas conversaciones mantenidas entre Claudio Vigorelli -agente del jugador- y la Juventus, Tiago Pinto no ha recibido ofertas desde Turín. Para bloquear la ofensiva del club de Agnelli están los 55/60 millones que pide el director general portugués para dejar marchar a uno de los talentos más prometedores del fútbol italiano. Por otro lado, la Juventus filtra el convencimiento de poder cerrar una posible negociación intercalando una contrapartida técnica, hipótesis que la Roma ni siquiera quiere tomar en consideración.
Es probable que la situación se vuelva cada vez más compleja con el paso del tiempo según cuenta Il Tempo. Por eso, los próximos días serán cruciales para descifrar el futuro de Zaniolo. Si los giallorossi regresaran de Portugal sin haber recibido ofertas oficiales, la permanencia de Nicolò que decidió la final de Tirana se convertiría en la hipótesis más probable.