Los jugadores de la Roma en estos últimos días, y así seguirán en los próximos, están motivando en el grupo «Roma 2024-2025» para afrontar mejor el trabajo de cara a la reanudación y dar un punto de inflexión a la temporada. Entre el vestuario y WhatsApp los jugadores hablan mucho entre ellos, se confiesan los problemas del pasado pero sobre todo preparan el turno decisivo. Sin duda el mental entre ellos, mientras que para el técnico la cita es sobre el terreno de juego con Ranieri asegura Corriere dello Sport.
Los líderes del vestuario piensan en liderar el cambio. Desde Pellegrini, uno de los más sacudidos anímicamente por la situación que vive la Roma, hasta Mancini, pasando por Cristante, Dybala y Paredes que, incluso desde Argentina, no se aisló pero quiso participar de los encuentros telemáticos. En definitiva, de ellos partió la reflexión que inevitablemente había que hacer después de dos entrenadores despedidos, más allá del compromiso que el equipo admite haber puesto siempre en cada partido, independientemente de la situación o del entrenador en el banquillo de la Roma.
Pero está claro que ahora también ha llegado una señal bastante inequívoca de la afición: se acabaron las excusas, con Ranieri la presión ahora recae toda sobre los jugadores, sobre su rendimiento. Ahora la pelota está totalmente en el tejado de los jugadores, conscientes de que será casi imposible ver en cuestión a un entrenador como Ranieri, que al final de la temporada se convertirá también en directivo-consultor del club y de los Friedkins. Objetivo de recuperación, objetivo de cambio táctico pero sobre todo mental.