Clacson, burlas y tweet. El Roma-Bodø ya ha comenzado desde hace varios días, probablemente tras el pitido final del partido de ida o por las palabras de Lorenzo Pellegrini, cuando, en medio de agresiones y bolas de nieve, el equipo de Mourinho regresaba a la capital italiana, con enfadado y con ganas de «tomar revancha» sobre la cancha tras los diez goles encajados en los tres partidos anteriores. Pero si el grupo Special One tendrá que esperar a la noche del jueves para volver a competir con el club noruego, la afición se ha adelantado a los tiempos, dando el pistoletazo de salida virtual del encuentro según escribe Andrea Di Carlo en el diario La Reppublica.
La idea fue clara de inmediato: olvidar lo sucedido en el Aspmyra Stadion y hacer que la jornada en Roma sea un infierno para el Bodø/Glimt. Partiendo de la idea de perturbar el sueño de los jugadores de Knutsen, quienes desde la tarde del lunes se hospedan en un hotel de la zona de Monteverde. La ubicación pronto fue revelada por publicaciones y volantes, que en pocas horas se viralizaron en las redes sociales: “Si de casualidad pasa alguien, de las 23:00 a las 05:00 horas, y quiere, puede probar si la bocina de su auto funciona…”.
Una patrulla de policía vigila día y noche el hotel que alberga al equipo noruego. Bodø/Glimt entendió completamente las trampas del viaje al Capitolio y se casó con un perfil bajo, incluso en las redes sociales. Pocas publicaciones, ninguna historia y cero imágenes de su estadía en Roma, para no dar ningún tipo de referencia a los fanáticos locales de sus viajes. Sobre todo tras la elección de entrenar en la sede de la Lazio, otro factor que hizo aún más incandescente la aproximación al partido de la noche del jueves.
Como resultado, las cuentas del club noruego han estado asaltadas durante días, con insultos y burlas de muchos parciales giallorossi ansiosos, dispuestos a llenar las gradas del Olímpico, que hervirá de pasión como nunca antes. La petición que se ha difundido en las últimas horas es la de acudir al estadio con una bandera, hacer del estadio Capitolino un auténtico desmadre, intimidando al Bodø/Glimt con una mirada que te dejará sin aliento.
Los aficionados noruegos han sido advertidos del clima hostil que les acogerá, incluso desde varios medios noruegos: «Atención, no será un paseo despreocupado por los Museos Capitolinos». Mourinho en Trigoria prepara la remontada, el resto lo hará un estadio en llamas.