La última operación de este mercado de enero no tuvo éxito, al menos por ahora: el mercado de fichajes de los principales campeonatos terminó sin que la Roma pudiera colocar a Zeki Celik, uno de los jugadores que habría contribuido a reequilibrar las cuentas desde la perspectiva del Fair Play Financiero. No es un drama para De Rossi, que le mantendrá en la lista de la UEFA y a estas alturas también podría incluir a Baldanzi manteniendo fuera a Kristensen que es otro lateral derecho, pero sí es un «problema» que el nuevo director deportivo tendrá que resolver.
Los Friedkins deberían anunciarlo en las próximos días, tras terminar el último día de servicio de Tiago Pinto, o poco después, después de haber confiado en la investigación del famoso algoritmo de Charles Gould: el favorito es ahora el francés Florian Maurice, ex delantero del Lyon en sus tiempos de futbolista y actual director deportivo del Rennes aunque en Trigoria muchos siguen asegurando que Ricky Massara siempre está en carrera. Quien sea elegido tendrá una tarea fundamental: construir pacientemente una plantilla joven y potencialmente rentable cuenta este viernes el Corriere dello Sport.
No es casualidad que la Roma haya invertido en Tommaso Baldanzi, prospecto de 2003, y haya rechazado ofertas interesantes por dos jugadores de 2004: el lateral izquierdo español Oliveras, al que De Rossi llevó al banquillo en sus primeros partidos como entrenador, mientras que el centrocampista romano Pisilli, a quien el Empoli había pedido como compensación parcial en el acuerdo con Baldanzi, ahora está incluido definitivamente en la plantilla del primer equipo y ya jugó con la gran Roma, ganándose los elogios de De Rossi. Los trabajos de refundación técnica al final de la temporada serán el desafío prioritario de la nueva dirección.
