Hoy José Mourinho fue despedido oficialmente y en su lugar llegó Daniele De Rossi. Según adelantó Gianluca Di Marzio durante la retransmisión de ‘SkySport24’, los Friedkins ya habían pensado en la despedida del técnico portugués en dos ocasiones, concretamente tras la final de la Europa League y tras la dura derrota por 4-1 ante el Génova. Los propietarios estaban especialmente molestos por las actitudes del entrenador, especialmente después de Budapest, pero la intervención de Tiago Pinto fue decisiva, convenciendo al club a esperar y posponer la decisión.
Agrega el portal ForzaRoma.info que, la noche siguiente al derby de Coppa perdido ante Lazio todo llegó a un punto crítico. En una reunión con el club se explicaron todas las dificultades para gestionar una plantilla pobre, pero se esperaban mejores resultados que los obtenidos por el Bologna o la Fiorentina debido a las compras realizadas y a los elevados salarios. 29 puntos en 20 partidos fueron muy pocos para condenar la eliminación de la Copa de Italia.
Los motivos que llevaron al despido de uno de los entrenadores más queridos de la historia de la Roma y sólo 8 meses después de la final de Budapest están ligados esencialmente a los resultados, pero también a algunas declaraciones y actitudes que han agotado la paciencia de los Friedkins con el tiempo. La gota que colmó el vaso fue el derbi del pasado miércoles tras las tres derrotas fuera de casa. Así que de la idea de una renovación llegamos a un stop total para intentar volver a poner en pie la temporada y conseguir los objetivos marcados. La evaluación fue realizada exclusivamente por los Friedkins con comunicación directa de Dan al técnico.
La primera ‘ruptura’ con la afición sin duda ayudó a los propietarios que no hablarán como de costumbre. La decisión se tomó esa noche, incluso antes de que San Siro fuera consciente de un «cambio inmediato y necesario». Mourinho se deja dos finales europeas y muchos lamentos en Roma. ¿Quien lo reemplace podrá hacerlo mejor?.
