La Roma esta cambiando con la llegada de la familia Friedkin. Si en el terreno de juego, el dato es negativo (-7 puntos respecto al año pasado), en lo que respecta a las cuentas, Dan y Ryan Friedkin han invertido una tendencia que, hace menos de doce meses, situaba a la compañía giallorossi en el segundo puesto: el de las comisiones a agentes deportivos y representantes.
De hecho, según se lee en el informe semestral, padre e hijo se gastaron solo 4.184 millones en comprar jugadores en el mercado de verano, muy por debajo de los 13.8 millones gastados hace un año.
En detalle, 1,6 millones fueron para German Tkachenko, agente de Eldor Shomurodov, otro millón y medio fue a parar a las arcas del agente de Matias Viña, Marco Cusumano, en el capítulo de comisiones también están los 300 mil euros para Gestifute por la llegada a la capital del portero Rui Patricio. Para completar la obra, está, pues, el medio millón que se ha llevado el agente de Lorenzo Pellegrini, Giampiero Procetta, por la renovación del contrato del capitán y otros 284 mil para Giuseppe Riso por Gianluca Mancini.
La llegada de Tammy Abraham, el delantero inglesa que salvó muchas veces a su equipo esta temporada, le costó a la Roma 40 millones de euros, sin duda uno de los fichajes más caros de la sesión estival. Dinero bien gastado, de todos modos.