Un adiós doloroso. El último partido de la Roma con público en las gradas -al menos hasta finales de enero- se convirtió en una de las veladas más amargas de la temporada para los más de treinta mil giallorossi presentes en las gradas escribe Emmanuele Zotti en el diario Il Tempo.
Los cuatro goles encajados -tres de los cuales llegaron en siete minutos- y la sensacional remontada de la Juventus congelaron de repente a los espectadores del Olímpico, que habían empujado al equipo de José Mourinho durante 70 minutos (hasta la mitad de la segunda parte con el control total del partido).
Una velada amarga también para Francesco Totti, que por segunda vez esta temporada vio un partido de la Roma desde la tribuna de honor: tras la gran vuelta al estadio con motivo del Roma-Inter, ayer el ex número 10 también asistió a una derrota.
Esta temporada Francesco rompió una sequía de dos años sin ir al Olímpico gracias a Digitalbits, patrocinador principal de la Roma y quien hizo a Totti uno de los embajadores de su marca, una sociedad que ha devuelto la presencia de Il Capitano al inmueble capitalino. Situación que los Friedkin aprovechan para quien sabe si acercar más al club a la leyenda que es Totti.