No hay paz. Renato Sanches vuelve a detenerse: bandera blanca y vuelve a empezar la pesadilla. Lo que no debería haber sucedido sucede en Tiraspol. El centrocampista siente un tirón, no se encuentra bien a los diez minutos, va lento, intenta apretar los dientes bajando el ritmo. Pero luego se acerca al banquillo, habla con el cuerpo médico y luego se marcha en el minuto 28, dejando paso a Paredes antes de ser consolado por Dybala, que prácticamente lo acompaña con un abrazo hacia el vestuario.
Sánchez estaba muy nervioso. De hecho, incluso discutió con el árbitro que le pidió que abandonara el campo más rápidamente. Parecía estar bien, pero en cambio tiene que lidiar con otra lesión muscular, la segunda desde el inicio del campeonato. Luces cegadoras y luego oscuridad total. Va intermitentemente. Tres partidos jugados parcialmente y dos problemas físicos. La primera vez paró en los entrenamientos, tras su debut ante el Salernitana. Lesión de flexores. Traducción: no Verona ni Milan. Y semanas pasadas entre terapias y gradas. El parón por las selecciones le sirvió para volver a ponerse a disposición de Mourinho. Luz verde. Renato Sanches es titular en el Olímpico ante el Empoli. Ilumina a la Roma por un tiempo, demostrando que es el hombre adecuado en el lugar correcto, el tipo de mediocampista que ha estado ausente del equipo Special One durante demasiado tiempo.
Ahora y tras el partido de este jueves en la Europa League ante Sheriff la Roma pierde otra vez a Renato durante al menos las próximas dos semanas. Según se deja saber desde Trigoria, el centrocampista portugués, sustituido a la media hora ante el Sheriff, se sometió a pruebas instrumentales que evidenciaron un patrón previo a la lesión en el muslo derecho. El jugador será evaluado día tras día, pero, como informa SkySport, seguramente se perderá los próximos partidos contra Torino, Genoa y Frosinone y luego será sometido a nuevas pruebas para evaluar su estado. Ciertamente no esta siendo el comienzo que todos los aficionados de la Roma esperaban.
Su historia clínica es lineal, negativa. De hecho, en su carrera sufrió más de lo esperado, sin poder encontrar continuidad por los reiterados problemas físicos. El año pasado fue muy difícil: cinco lesiones y diecinueve partidos perdidos en total con el PSG. No solo. No habrá Mundial en Qatar con Portugal. En tres ocasiones estuvo detenido durante más de veinte días, una vez durante un mes. En los dos años previos a Lille, la historia fue similar. Para y sigue también en el Bayern de Múnich. En Roma, de momento, una lesión tras otra.
