La mueca de dolor, el sufrimiento en el banquillo y los pensamientos negativos entorno al Mundial. Dybala está ansioso, al igual que todos los fanáticos de la Roma. El mediapunta argentino pasó la noche de blanco tras la lesión muscular que le obligó a abandonar el campo tras el penalti lanzado con el Lecce.
Paulo hubiera querido hacerse algunas pruebas ayer por la noche, pero el cuerpo médico de Giallorossi le pidió que esperara porque podría haber un stop prolongado por la lesión, lo que dificultaría el examen. Según La Gazzetta dello Sport, la probable lesión en el cuádriceps izquierdo parecería menos grave de lo esperado. Y hay un optimismo. A la Roma le gustaría contar con él para el derby del 6 de noviembre. Si se tratara de una lesión entre primero y segundo grado, el tiempo de recuperación sería de unas tres semanas.
En este caso, debería poder desafiar a Lazio, que es una de sus víctimas favoritas. 11 goles y 2 asistencias en los partidos ante los Biancocelesti. Dybala realizará los exámenes entre hoy y mañana, dependiendo de la absorción del pago. Lo cierto es que ahora Mourinho deberá buscar alternativas en ataque para marcar sin él.
Hoy por la tarde, la Roma volverá a entrenarse en Trigoria y el atacante se someterá a nuevas pruebas directamente en el polideportivo: si existe la posibilidad, con el equipo presente, de evaluar el alcance de la lesión en el cuádriceps femoral entonces habrá el diagnóstico definitivo. De no ser así, todo se aplazará hasta el martes por la mañana. La sustancia, sin embargo, no cambia: Dybala estará fuera por lo menos un mes y medio y se perderá al menos 9 partidos.