Dos encuentros en Inglaterra, primero en Dorchester y luego en Londres. Raffaello Follieri se reunió en persona con Ryan Friedkin, el hijo del presidente, y le pidió información sobre Roma y el posible precio de venta cuenta Corriere dello Sport.
Los dos se encontraron por primera vez en diciembre y luego el 2 de marzo en el Berkeley Hotel, un hotel de 5 estrellas en Knightsbridge: más de 1.000 euros la noche en habitación doble estándar. Hablamos de una de las zonas más lujosas de Londres, entre Hyde Park y el Palacio de Buckingham, no muy lejos a pie de la casa de José Mourinho.
Follieri, fue presentado a la familia Friedkin por un importante directivo de fútbol, solicitó y obtuvo dos citas para hablar de negocios. Y por lo tanto también de la Roma. Dan Friedkin, el presidente, no estaba, pero en una de las dos reuniones se conectó por teléfono para informarse en tiempo real sobre el contenido del chat.
Del encuentro surgieron dos verdades: 1) Follieri mostró su voluntad de comprar Roma y de realizar la operación en solitario, sin el apoyo de ningún socio saudí. Su principal empresa, Follieri Energy, tiene su sede en Riyadh y cuenta con excelentes conexiones con todo el mundo árabe pero también cuenta con una oficina en Londres; 2) Los Friedkins no quieren vender a la Roma en este momento. Han invertido mucho en este negocio y esperan un cambio político que les permita construir el estadio en Pietralata.
Sólo cuando el escenario infraestructural esté más claro considerarán (no necesariamente tienen que hacerlo) conveniente un traspaso del club. Por lo tanto, no había margen para abrir negociaciones. Independientemente de cualquier razonamiento sobre las experiencias pasadas de Follieri
