La investidura está hecha, al menos tanto como el talento. La tentación está autorizada, en cambio, es nueva: Lorenzo Pellegrini estaría reflexionando, honrado, sobre la asistencia ideal que le dio Totti, es decir, el capitán piensa en la idea de heredar la maglia más sagrada, la Dieci, que nadie luce en Roma desde el Gran Retiro según cuenta Il Corriere dello Sport.
No es una hipótesis a la orden del día, porque Pellegrini se siente cómodo dentro de su 7, rememorando los versos del romanista De Gregori. Pero el aprecio que le reiteró Totti, incluso hace dos días, es un indicio que vale para el futuro: cuando quieras, Lorenzo, eres el hombre indicado para traspasar la responsabilidad de un gran capitán de la Roma.
Pellegrini con el dorsal 10 ya se ha probado en la selección, demostrando además a los más escépticos que es imprescindible en el nuevo curso de la Nazionale, obligado ahora a reflexionar desde la perspectiva de casa, «porque es justo que un niño crezca con el sueño» de jugar para la Roma y que puede un día llevar el número 10.