Dos fichajes para cambiar la cara. Dos disparos para aumentar la competitividad de la plantilla. Experiencia y calidad, para un Napoli con grandes ambiciones. No hay regalos debajo del árbol, pero el Napoli quiere empezar la Nochevieja con fuerza. Danilo sigue siendo el defensor elegido por Conte. Y luego ojo con Lorenzo Pellegrini, capitán de la Roma e hijo de la Roma. Un diez a la antigua, centrocampista capaz de iluminar desde el centro del campo hacia arriba, pero también de garantizar equilibrio y fisicalidad en el mediocampo.
Pellegrini vive el momento más complicado de su carrera en Roma. El ambiente se ha vuelto hostil, sobre todo porque algunos aficionados creen que el capitán es el responsable de las salidas de Mourinho primero y de De Rossi después. Leyendas, Claudio Ranieri también intentó poner freno a las cualidades. El problema, sin embargo, es que Lorenzo ahora también parece fuera del proyecto técnico: Ranieri lo ha excluido en los últimos partidos y cuando un capitán acaba en el banquillo, bueno, está claro que algo no cuadra cuenta La Gazzetta dello Sport.
Raspadori es el hombre clave en el mercado de fichajes del Napoli. Juega poco, pero no faltan admiradores y entre ellos obviamente está la Roma. De aquí surge la idea del Napoli, un intercambio con Pellegrini le daría a Conte el centrocampista de calidad que le falta y a Ranieri una alternativa ofensiva válida. La diferencia, sin embargo, está en los costes: Pellegrini tiene un salario elevado en la Roma durante los próximos 18 meses, Napoli podría repartirlo e n un contrato de cuatro años para convencerlo de que acepte. Lorenzo gusta porque marca la diferencia.
Las sombras crecen sobre el futuro del capitán de la Roma asegura este martes el diario Il rempo. Otros noventa minutos en el banquillo ante el Parma (un total de 166 con Ranieri en ocho partidos) acompañan a Pellegrini hacia la encrucijada más importante de su carrera.
Los titulares pensados por el técnico giallorossi no han dado frutos y dieciocho meses después de finalizar el contrato que le une a la Roma, el centrocampista debe elegir entre quedarse, reduciendo de alguna manera su salario y su estatus dentro de la plantilla, o decir adiós a la Colores de los que está enamorado y que casi siempre le han acompañado.
Dos almas conviven en el pensamiento del número siete de los Giallorossi, probablemente impulsado por el consejo de su agente sobre la posibilidad de un cambio de aires para relanzar el final de su carrera, pero frenado por el deseo de demostrar que se merece el brazalete que lleva. .
Sin duda, debería revisarse el rico acuerdo firmado con la Roma en 2021 si se quiere avanzar juntos, como casi con toda seguridad también el papel esencial y dinamizador que en los últimos años ha sabido asumir sólo en algunos momentos y nunca durante los períodos más difíciles. . complejos para el equipo.