La impresión es que Lorenzo Pellegrini tendrá que aprender a vivir con el dolor de rodilla, el mismo que lo atormenta desde hace aproximadamente un mes. El capitán de la Roma es indispensable para Mourinho, pero jugar cada tres días en este momento es realmente un problema para el número 7. Lorenzo está ahora tratando con la inflamación en la rodilla izquierda y muchas veces se ve obligado a jugar con dolor.
Si fuera por él, nunca se echaría atrás, pero la única forma de paliar el problema es descansar, una opción que no se puede contemplar. Tras el entrenamiento individual de ayer, esta este jueves con Zorya podrá salir desde el banquillo según los reportes de Corriere dello Sport. Pero la semana que viene podría cumplir horas extras. Con Veretout y Cristante fuera ante el Torino, el centro del campo estará en sus manos. Tres días después estará el viaje a casa del Bologna y luego el gran partido en el Olímpico contra el Inter. Puntos vitales para la Roma de cara a la lucha por la Champions. Mourinho y Pellegrini mantienen los dedos cruzados.