Bonucci se encuentra en Italia con el objetivo de no volver nunca más a Alemania. Pasó por Viterbo, antes de dirigirse a la montaña, para reunirse con sus familiares más cercanos en su Planoscarano, el barrio medieval donde nació y creció, vestido de Navidad como toda la Ciudad de los Papas. Tiene un gran deseo de cerrar y dejar atrás la fallida aventura en Alemania para acercarse a su esposa e hijos, que permanecieron en Turín durante estos difíciles meses de la experiencia alemana.
Los contactos llevan más de una semana en pie, Tiago Pinto trabaja en ello asegura Corriere dello Sport. El ex jugador de la Juve es una incorporación de bajo coste y estaría inmediatamente disponible en esta fase de súper emergencia, con Smalling aún de baja y la ausencia de N’Dicka para la Copa Africana de Naciones. Conoce muy bien a Foti, que fue el puente con el cuerpo técnico, y a Mourinho, que se mostró inclinado por su llegada. Del vestuario también surgieron una serie de ilustres consensos: los azzurri del grupo pero también Dybala, que mantiene excelentes relaciones con Bonucci desde su etapa en la Juventus.
Los Giallorossi deberían pagar alrededor de 1 millón en la cuenta del jugador de 36 años, que el verano pasado acordó una especie de indemnización por despido de la Juve de alrededor de 3 millones. Ahora los pensamientos de Bonucci se centran únicamente en la Roma, en estrecho contacto con el entorno del defensa, también por las dificultades encontradas para llegar a Theate, Kiwior, Solat y Lenglet.
