Las cuentas de la Roma vuelven a sonreír tras la pérdida récord de 219,3 millones en la 2021-2022, que reduce el rojo a 102,7. Según informa La Gazzetta dello Sport, la intervención de los Friedkins ha sido decisiva ya que pagaron 232,5 millones en la última temporada para un total de 621,8 desde agosto de 2020.
En la 2022-23 el balance económico vio los ingresos del estadio, de 25,5 a 49,2 millones. Y 10 millones más provinieron de comerciales. Además, se produjo un recorte de costes entre sueldos y amortizaciones y se registraron incrementos superiores a los 40 millones en el mercado de fichajes.
En el presupuesto 2023-24, aunque todavía hay pérdidas, se esperan nuevas mejoras. La deuda financiera neta a 30 de junio de 2023 pasa de 323 a 448 millones, pero si se excluyen los préstamos de accionistas (destinados a la ampliación de capital), el saldo sólo es negativo por 130 millones.