Nunca en más de 1.000 partidos como técnico José Mourinho ha concedido seis goles en un partido. La hazaña, lejos de ser memorable, tuvo lugar en el frío del Círculo Polar Ártico, donde una Roma que en realidad no salió al campo fue humillada por el campeón noruego Bodo\Glimt por 6-1 en la tercera jornada de la Conference League. Las palabras al final del juego del Special One pesan como cantos rodados y, si tienen repercusiones en la temporada y en el grupo, solo lo sabremos de los próximos partidos.
Además, el club capitalino está envuelto en un tour de force increíble dado que, en diez días, se enfrentarán a Napoli, Cagliari, Milán, Bodo y Venecia. La posibilidad de recuperarse están ahí pero, a partir de ahora, nadie puede equivocarse empezando por el propio Mourinho que tiene un contrato de tres años pero también es consciente de que todo puede pesar sobre todo después de actuaciones como la de anoche. La familia Friedkin y Tiago Pinto tienen total confianza en el técnico portugués pero la situación debe revertirse rápidamente ya que, si la Roma no empezaba a jugar y sumar puntos, un despedido anticipada, incluso para Navidad, empezaría a ser un tema.
Como informa Agipro, según los expertos de Sisal Matchpoint, la hipótesis de que los caminos del Special One y los Giallorossi se dividan parece difícil pero no imposible tanto que se paga el despido, o la dimisión del propio Mourinho, a 12.