Lo peor ya paso y es parte del pasado. Pero de ahí a ver la luz al final del túnel falta un poco. Tammy Abraham está acelerando su recuperación de aquella terrible lesión de rodilla ante el Spezia con la que acabó la temporada pasada y comprometió la actual. Además la rotura del cruzado, le hizo saltarse un hipotético traspaso o confirmación total en el equipo de Mourinho.
Abraham ha pasado meses difíciles entre extenuantes sesiones de terapia, sesiones de gimnasio y días de descanso obligado. Pero él siempre respondía con una sonrisa y permanecía junto a sus compañeros, incluso en el Olímpico como aficionado más asegura este sábado el diario Corriere dello Sport.
El deseo del atacante es volver a estar a disposición de Mou como comodín en la delantera. Quizás el hombre de la providencia cuando el balón simplemente no quiere entrar. Sin embargo, la discusión debe posponerse. No es cuestión de días. Abraham tendrá que esperar mucho tiempo. El regreso del delantero a los entrenamientos con el grupo, de hecho, se estima entre finales de enero y mediados de febrero, cuando finalizará el proceso de recuperación y contará con la luz verde definitiva del cuerpo médico de Giallorossi.
Cuando Abraham se lesionó en el Olímpico, provocando que sus manos volaran de dolor, la Roma inevitablemente tuvo que cambiar de estrategia, teniendo en cuenta que el inglés no estaría disponible antes de 2024. ¿El movimiento inmediato? Renovar unilateralmente el contrato de Belotti que era el único delantero que quedaba en la plantilla. Luego llegaron Azmoun y Lukaku para completar el ataque.
Hasta ese momento, Abraham había marcado 36 goles en 107 apariciones con la camiseta de la Roma: la primera temporada fue buena (27 goles en total), la segunda fue menos buena hasta el colapso (9 goles). Ahora está en la enfermería y sigue cobrando un salario de 6 millones de euros. Una cifra que inevitablemente pesa en la nomina capitalina.