Mats Hummels y la Roma, una historia que puede continuar el año que viene. Tras quedar fuera con Juric, Claudio Ranieri ha cambiado su presente pero también su futuro: hasta hace unas semanas, el alemán estaba orientado a decir adiós a jugar al fútbol al final de la temporada para regresar a Alemania y estar cerca de su familia.
Pero ahora las ganas de continuar han vuelto con fuerza también y sobre todo gracias al espacio y al protagonismo que el nuevo técnico giallorossi ha reconocido en él. “De él depende si quiere quedarse, si quiere seguir jugando, no podemos obligarle. Sin embargo, creo que él está feliz aquí, ahora lo evaluará con su familia”, dijo Rainieri el viernes.
Según informa este domingo La Gazzetta dello Sport, la voluntad de la Roma es clara y no sólo eso: la cláusula de renovación automática por un año más debería entrar en vigor pronto, sí por supuesto Hummels da el ok. El jugador ciertamente está abierto, está feliz en Roma y la posibilidad de que se quede ya es concreta.
Podrían ser partidos especiales no sólo para la Roma, que debe seguir ganando tras el derby, sino también para un campeón del mundo de 36 años que lo ha ganado todo en la vida y todavía tiene que decidir si seguirá jugando al fútbol el año que viene, escribe Stefano Carina este domingo en Il Messagero. Para ambos, la parada de Bologna tiene una sensación de puerta giratoria. Para el equipo de Rainieri de cara al futuro: Claudio debe entender de hecho si todavía hay espacio para construir algo diferente en la segunda mitad de la temporada más allá de un campeonato anónimo que oscila entre el octavo y el décimo puesto.
Para este señor nacido en Bergisch Gladbach, representa el pasado, ya que en verano estaba a un paso de Bolonia, con una visita a Casteldebole y una charla con Italiano y el CEO Fenucci. Pero luego, cuando llegó el momento de fichar -a pesar de la posibilidad de jugar la Champions League- decidió regresar a Alemania y continuar sus vacaciones hasta septiembre, cuando aceptó la oferta de la Roma. Es una línea delgada que pasa por la Vía Emilia porque los 19 partidos que quedan para el final del torneo todavía podrían significar algo. Ranieri cree en ello, ya se lo dijo al equipo cuando volvió al vestuario tras la resaca del derby: «Gracias chicos, pero recordad que si no ganamos en Bologna no habremos hecho nada«. Queda por ver cuánto valdrán estos 19 rounds para el gigante alemán que no deja de sorprender.
Hacía tiempo que estaba claro que era un tipo irónico gracias a las redes sociales, pero ¿levante la mano el que no se impresionó al verlo saltar y bailar como un niño de Primavera en el pitido final del derby? Nunca antes Mats había estado tan involucrado en los asuntos de Roma. Ama la ciudad, le gusta el equipo, por fin ha encontrado su lugar en el campo después de tres meses con Juric viendo jugar a los demás y sobre todo se ha convertido en un referente en el vestuario. No sólo sus compañeros (Mancini está loco con él) sino también Pellegrini y Dybala.