En las últimas horas a retomada fuerza la investigación que lleva a cabo la fiscalía de la FIGC sobre la venta del AC Milan por parte de Elliot a favor de Gerry Cardinale, el AC Milan corre el riesgo de sufrir graves repercusiones, incluidas las deportivas, que podrían llegar en forma de sanciones.
El club correría el riesgo de acabar en el centro de dos procedimientos por parte de la FIGC y la UEFA. A nivel federal, según el artículo 32 del código de justicia deportiva, podría recibir una multa o sanción de uno o más puntos en el ranking. Sin embargo, si se tiene en cuenta también el reglamento de la UEFA, en el artículo 5 se habla de la prohibición de que una sociedad tenga control sobre varios clubes: el fondo Elliott se vería así gestionando tanto el Milan como el Lille, ambos implicados en las copas de Europa, provocando así la Intervención de la UEFA que excluiría a ambos clubes de las copas de Europa.
El contexto de la Investigación
En los últimos meses, la fiscalía de Milán había iniciado investigaciones relacionadas con la venta de la mayor parte de Milan, finalizada en agosto de 2022, del fondo Elliott al fondo RedBird de Gerry Cardinale.
Las búsquedas se enmarcan en el enfrentamiento entre Blue Skye (socio minoritario del MIlan) y el fondo Elliott por la venta del club rossoneri. La empresa dirigida por Salvatore Cerchione y Gianluca D’Avanzo ha iniciado en los últimos meses una serie de disputas no sólo en Italia, sino también en Estados Unidos, pasando por Luxemburgo y Hong Kong, todas ellas vinculadas a la venta del AC Milan al RedBird de Gerry Cardinale .
Según informó Luigi Ferrarella, experto en actualidad judicial milanesa de Il Corriere della Sera, el director general de Milan desde 2022, Giorgio Furlani, y su predecesor entre 2018 y 2022, Ivan Gazidis, están siendo investigados con la hipótesis de delito agravado de obstaculizar la actividad de la Federación Italiana de Fútbol de supervisar los requisitos legales de las empresas propietarias de equipos de fútbol.