El último día de trabajo en Trigoria en 2022 terminó con el amistoso en casa ante el Viterbese ganado por la Roma por 3-1. Un último empeño antes de romper filas, con un extra vespertino en la cena para celebrar al Campeón del Mundo Dybala. Cita el 1 de enero, día de la reanudación de los entrenamientos de cara al partido contra el Bologna.
Cabeza y piernas listas desde el domingo para afrontar un mes de enero repleto de partidos y retos ya decisivos. Seis partidos, incluida la Copa de Italia, en menos de un mes que dirán con mayor -quizás definitiva- claridad que la Roma será la de Mourinho 2.0. Ciertamente diferente en hombres, con un Dybala ayer descansado pero dispuesto a volver al once inicial ante el Bologna tres meses después de la última vez. Y con un extra de Wijnaldum, ya cerca de la vuelta definitiva al grupo.
Pero en 2023 se podrá ver una Roma diferente también en cuanto a esquema asegura este sábado el diario Il Tempo. De momento se siguió con la defensa en el fondo, como se hizo ante el conjunto de Viterbo, pero la transición a la defensa 4 -probada tanto en Portugal como en estos días en Trigoria- es inminente en cuanto Mourinho tendrá todas sus piezas disponibles.
Hombres nuevos, otra forma de afrontar y atacar un campeonato que a partir de enero ya no esperará a los rezagados. Bologna e inmediatamente después San Siro contra los campeones italianos. Se necesitará la mejor Roma, empezando por los que se habían dejado las piernas y la cabeza en Tirana en los últimos meses.