En la carta a Papá Noel que enviaron desde Trigoria fueron claros y directos: “tráenos de vuelta al verdadero Abraham”, el de los primeros seis meses de un 2022 que está a punto de partir, escribe Andrea Pugliese en La Gazzetta dello Sport. ¿Deseo cumplido? En breve lo sabremos, ya la semana que viene, miércoles para ser exactos, cuando el Bologna llegue al Estadio Olímpico y la Roma irá en busca de un triunfo fundamental para retomar con buen pie la marcha en la caza de esa cuarta plaza que supondría la Champions League.
Por su parte, la Roma disputó ayer su último amistoso de este parón y Tammy salió desde el banquillo, entrando luego en la segunda parte. En resumen, incluso Mourinho está buscando alternativas, considerando también que Belotti todavía está en boxes. Pero, es evidente, el delantero centro inglés ya no tiene la consideración infinita que tuvo la temporada pasada. Y esto se debe principalmente a él, que fue perdiendo terreno por el camino, con un rendimiento muy por debajo de las expectativas.
Lo que suceda en los próximos seis meses, del 4 de enero al próximo junio, será decisivo para el futuro de Tammy. De hecho, los dos años necesarios para no perder los beneficios del decreto de crecimiento sobre su salario (4,5 millones de euros, más 1,5 en posibles bonificaciones) habrán pasado desde su compra en junio. En definitiva, Abraham en junio ya no será intransferible como lo sigue siendo hoy y las reflexiones serán profundas, sobre todo si el inglés sigue en la línea actual de rendimiento.