El presente de la Roma es la semifinal de la Europa League y la desesperada carrera hacia el cuarto puesto de la liga. Sin embargo, la directiva del conjunto giallorosso ya se proyecta hacia el futuro. Ya sea con Fonseca o no, es posible que no dependa solo de los resultados. El club sigue negando haber encontrado o contactado a otros entrenadores, pero una cosa está clara: los Friedkins no esperarán llegar a una hipotética final en Gdansk para decidir si el técnico se queda. Además de la pista de Sarri, Juric sigue siendo un nombre monitoreado.
Más que medio campista, defensa o un portero, una de las áreas a mejorar es el ataque. Vlahovic es un desvío fijo, la Fiorentina no aceptó la oferta de Giallorossi el año pasado. Ahora el serbio parece estar fuera del alcance, otros perfiles distintos pero apreciados son los de Belotti y Muriel. Cuestan, pero algunos eventos contractuales podrían reducir su valor. El capitán granota verá su contrato expirar en 2022, y el Torino corre el riesgo de descender. El colombiano, en cambio, cuenta con el mismo agente que Dzeko, quien está destinado a decir adiós al final de la temporada, con quien se buscará un acuerdo de salida sin traumatismos.
Por otro lado y según escriben Francesca Ferrazza y Matteo Pinci en La Repubblica, el modelo de club ideal a seguir por los Friedkin es el del Leipzig: exploración científica, selección basada en parámetros reconocibles, seguimiento global de talentos y estadísticas, del equipo y de los objetivos, confiado a un nuevo departamento de análisis de partidos. Pero también a algunos puntos fijos. Cinco intransferibles, de alguna forma alcanzaron los abanderados de la semifinal. Mancini y Pellegrini, los modelos de referencia por edad y carácter. Pero también Ibáñez, Villar y Zaniolo.
