Una derrota difícil de digerir por cómo llegó, pero la Roma está del lado de José Mourinho según cuenta Corriere dello Sport. El club no atribuye la mayor culpa al técnico portugués por la remontada sufrida ante la Juventus, pero espera que los jugadores sean capaces de crecer en personalidad para no tener más aquel apagón visto ayer en el Olímpico, con tres goles encajados en apenas siete minutos.
En Trigoria no hay señales de mal humor hacia Mourinho, pero sí hacia el equipo. Confianza total en el Special One, los Friedkin no piensan en un cambio en el banquillo y no quieren imaginar escenarios así de aquí al final de temporada. «Quiero quedarme tres años, en este tiempo trabajaré todos los días en el aspecto psicológico, también con la ayuda del club -dijo Mourinho después del partido del domingo-. Les dije a los muchachos que deben venir en mi dirección, no soy yo quién debe ir hacia ellos desde el punto de vista psicológico«.
Mou necesita refuerzos (Sergio Oliveira llegará en las próximas horas), Tiago Pinto está listo para satisfacerlo, pero siempre sobre la base de la disponibilidad del club. El entrenador y la sociedad están navegando en la misma dirección: el futuro del portugués no está en la cuerda floja.