La Roma ganó 1-0 en Venecia, sumando así su segundo triunfo consecutivo a domicilio en la liga (no ocurría desde hacía un año: el 29 de enero en Salerno y el 18 de febrero en Frosinone, y luego el 4-1 en Monza el 2 de marzo) y guardando fuerzas con vistas al partido del jueves en Oporto, ida del play-off de la Europa League, cuenta este lunes Luca Valdiserri en Il Corriere della Sera. Un penalti de Dybala decide el partido –3 de 3 esta temporada en Serie A, 17 de 17 desde que está en la Roma– por una falta ingenua de Marcandalli sobre Angeliño al que Di Francesco lo llamó «un penaltito».
Un resultado justo porque la Roma tuvo más ocasiones (sensacional parada acrobática de Nicolussi a un cabezazo de Mancini), pero estuvo en la balanza hasta el final. La diferencia la marcó el distinto calibre de los actores clave. La Roma, a excepción de la eliminación en la Coppa Italia ante el Milan, está encontrando la regularidad: en los últimos 8 partidos ligueros ha obtenido 5 victorias y 3 empates. El Venezia no gana desde el 22 de diciembre de 2024 (2-1 ante el Cagliari) y desde entonces ha sufrido 4 derrotas y 3 empates. La clasificación es preocupante: el cuarto último clasificado (Empoli) se queda a 5 puntos y las jornadas pasan. Tras la marcha de Pohjanpalo al Palermo, se necesita un delantero que pueda garantizar goles. Ayer, Ben Yedder estaba en las gradas, es agente libre, pero no juega desde junio.
Gorna-Douath debutó con la Roma con buenos resultados y Nelsson jugó algunos minutos útiles. Unas adquisiciones que no entusiasman a la afición pero que pueden ser útiles para gestionar las fuerzas para seguir adelante en la Europa League, último objetivo restante.