Uno de los obstáculos de la Roma para lograr un puesto en Champions es el doble empeño, Liga y Euopa League: en 13 ocasiones los giallorossi han jugado el fin de semana (o como máximo los lunes frente al Milan) y solo en 5 de ellas han conseguido ganar el partido. Ocurrió contra Fiorentina, Genoa (dos veces), Bologna y Spezia. A estos se sumaron cuatro empates y cuatro derrotas, la última en el Tardini de hoy con el Parma.
Un resultado constante de una plantilla probablemente incompleta que llevó a algunos jugadores al extremo (Veretout y Mkhitaryan, que luego se lesionaron, pero también Mancini), así como demasiadas dificultades para que Fonseca manejara las dos competiciones en unas pocas horas.
Un defecto al que el portugués, sin embargo, nunca apeló (solo el 9 de diciembre en la conferencia habló de «desprotección» en los calendarios para los que jugaban en la Europa League), sin buscar excusas – y no lo hizo incluso hoy después de la derrota con el Parma – sobre cansancio.
También en este sentido, se hizo ver el enfado del club al conocer que se ha aplazado el partido entre Juventus y Napoli. Por tanto los azzurri no tendrán dos partidos en cuatro días sino que podrán descansar una semana. A diferencia de una Roma que antes de enfrentarlos jugará el partido de vuelta contra el Shakhtar en Ucrania el jueves por la noche.
.RPR.