Arkadiuz Milik no apareció ayer en el once inicial de Polonia que enfrentó a Italia: solo entró en la segunda parte. El tira y afloja con el Napoli, ha tenido como consecuencia el estar fuera de la plantilla, esto le puede costar caro desde el punto de vista nacional: el delantero corre el riesgo de perder el tren de cara a la Eurocopa. Hace un mes todo parecía hecho con la Roma, ahora el club giallorossi parece dispuesto a esperar a Milik hasta junio, cuando saldrá libre de Nápoles.
El acuerdo
Según escribe Guido Ubaldo en el Corriere dello Sport, al principio Milik tenía algunas dudas sobre el irse a la Roma. Dijo que sí solo después de darse cuenta de que la Juventus tenía otros objetivos. Y después de haber llegado a un acuerdo por un contrato de 4,5 millones por temporada, acordó partir en un vuelo privado desde el aeropuerto de Ciampino para ir a una consulta en Saint Moritz con un ortopedista de confianza en Friedkin.
Desde entonces su historia ha cambiado y hoy vive el inicio de esta temporada tan especial con mil ansias. Tras esa consulta, el polaco vio desplomarse su precio, pero sigue siendo un gran delantero, aunque el Napoli tomó otras decisiones definitivas: tomó a Victor Osimhen y Andrea Petagna, renovó el contrato de Dries Mertens. Para Milik no había más espacio y había estado despejado durante algún tiempo. De hecho, el acuerdo económico alcanzado con la Roma, al final de una frenética jornada de negociaciones entre Fienga y su agente, sigue en pie.
Con esas mismas modalidades Milik podría llegar en enero. Incluso aunque la Roma debería invertir 27 millones en total (al menos tres años de contrato a 4,5 millones netos por temporada) por un jugador que está físicamente sano sin lugar a dudas algo que se comprobó luego de su examen médico con las. Las intervenciones en ambas rodillas plantean algunas dudas sobre su longevidad futbolística. Pero con él ahora todo está bien y la Roma se jugará su carta en el próximo mercado de pases.
