Extremo, segundo delantero, centrocampista ofensivo e incluso intermedio en el centro del campo, la última intuición táctica de José Mourinho ha transformado radicalmente la forma de jugar del armenio. Pero sobre todo le ha convertido en n un líder silencioso, técnico y carismático, capaz todavía de marcar la diferencia, cuando la pierna se va, como sucedió en el Empoli. Henrikh Mkhitaryan está disfrutando del momento, entre los protagonistas del último éxito del campeonato y el estar entre los fieles del Special One.
El nombre del armenio encabeza la lista de valoraciones que se harán en breve: para quienes, como Tiago Pinto, no admiten la existencia de la palabra «parámetro cero» en su vocabulario, el hecho de que el número 77 termine contrato en junio es un dato que inquieta y no poco.
Pero el pasado verano era la única vía aceptable para seguir viendo correr al ex futbolista del Dortmund sobre el césped del Olímpico: adiós o año de contrato, se optó por la segunda solución. Ahora, con 33 velas ya apagadas y un sueldo no indiferente (más de 3 millones) en Trigoria están pensando qué hacer según los reportes del diario La Reppublica. El escenario más probable parece ser el de separarse en unos meses, sin rencores, por la naturaleza de la extinción del contrato. Además de MKhitaryan, también estarán Shomurodov, hasta ahora decepcionante, y Carles Pérez, que no se moverá en enero, para ser evaluados.
Las maniobras de los ojeadores para reforzar el ataque giallorossi comenzaron hace tiempo, en busca de perfiles en la línea del proyecto Friedkin: en la lista del director general romanista figura Stephy Mavididi, extremo inglés de 23 años actualmente en el Montpellier, con pasado en Italia en la Juventus sub-23, pero también se sigue a Benjamin Šeško, atacante del Salzburgo de 18 años. Su agente, Elvis Basanovic, fue visitó Trigoria hace unos días.