La estrategia se perfila, al margen de un director deportivo: a través de una serie de consultas, la Roma ha entendido que puede llegar a un jugador importante para el lateral derecho. Este es Noussair Mazraoui, de 23 años, jugador del Ajax y la selección marroquí, según cuenta hoy Corriere dello Sport.
En el papel se le considera uno de los jóvenes más fuertes de Europa y, siendo bueno atacando, responde al identikit que enriquecería a la plantilla de Fonseca. Mazraoui es del agrado de muchos clubes, no solo de la Roma, y tiene la ventaja de contar con pasaporte holandés, por lo que no tiene problemas de pasaporte. En las últimas semanas, los intermediarios han trabajado para poner en contacto a la Roma con el agente del jugador, que obviamente estaría disponible para evaluar una propuesta, mientras que aún no se ha configurado nada con el Ajax.
Marc Overmars, ex extremo y ahora director deportivo, hace un muro: «No venderemos Mazraoui en enero». Sin embargo, el jugador, que creció en la cantera del club, tiene un contrato que expira en 2022 y aún no ha negociado la renovación. Si no se llegara a concretar nada para el mercado de invierno, Roma lo está vigilando para el próximo verano.
Sin embargo, Fienga, antes de invertir en un lateral, debe liberar plazas en el vestuario: quien podría marcharse es Bruno Peres, que pondrá fin a su experiencia en la Roma en junio. La esperanza de los entrenadores, y de la familia Friedkin, es que Bruno encuentre un equipo ya en pleno invierno. Lo mismo ocurre con Juan Jesús y Fazio. En cualquier caso, llegará un lateral derecho.
La alternativa a Mazraoui sería el lateral polaco Kedziora, nacido en 1994 y propiedad del Dynamo Kiev. Será una Roma activa en el mercado, en definitiva, para aprovechar las oportunidades.
