Los llaman «carrileros completos». En defensa o en ataque, con la misma furia competitiva, escribe Alessio D’Urso en La Gazzetta dello Sport. Y entre los pocos especialistas en circulación, Ola Aina, el experto lateral/carrilero del Nottingham Forrest en el que la Roma ha puesto sus miras para enero, es sin duda un perfil tranquilizador. Un buen intérprete del rol que necesitaría el club para darle más amplitud y profundidad al juego, precisamente en aquellas bandas en las que la emergencia no ha terminado nunca desde el inicio de temporada, entre lesiones (Alexis Saclemackers), exclusiones y reincorporaciones ( Nicola Zalewski), malentendidos tácticos (Matias Soule) y dificultades para instalarse en la Serie A (Saud Abdulhamid y Samuel Dahl).
Y así Ola Aina está en la primera posición para acentuar la productividad y el peligro de la Roma en los pasillos laterales. El jugador de 28 años, nacido en Inglaterra pero de nacionalidad nigeriana, tuvo experiencia en Italia en Turín dirigido por Ivan Juric. Rápido y agresivo hoy juega continuamente en la primera división con Nottingham. Sin embargo, Jeremie Boga del Niza sigue en juego (su agente Fali Ramadani ya había iniciado contactos con el club giallorossi el verano pasado), mientras que el otro objetivo de los últimos meses, Armand Laurienté, en el que Sassuolo quisiera quedarse – hasta junio para intentar una ascenso inmediato a la Serie A.
Ola Aina es ante todo un válido «recuperador» de balones en el plano defensivo, una habilidad que no deriva sólo de su físico. Sus recuperaciones también surgen de las intercepciones (media de 1,7 cada 90 minutos en los últimos minutos de la Serie A), gracias a la lectura del juego del oponente, además, obviamente, de las entradas (2,2), cuya efectividad surge principalmente de la elección del momento y de la ligereza de los soportes.
