«Los italianos lo hacen mejor», decía una camiseta de Madonna en 1986. Es cierto, no se refería a los defensores del Calcio, pero la frase podría volver a aparecer al analizar el mercado de la Roma. Como es sabido, ante la ya molesta ausencia de Smalling y la inminente salida de Ndicka (convocado a la Copa Africana de Naciones), y teniendo en cuenta el comprensible óxido que Kumbulla tendrá que rascarse tras ocho meses de ausencia por lesión, en el mercado de enero el técnico general de los Giallorossi, Tiago Pinto, tendrá necesariamente que incorporar un defensor.
Los deseos y propuestas serían infinitos, pero Mourinho fue claro: «No podemos gastar nada, ni 20, 30 o 40 millones por el Fair Play Financiero«. Por eso, otra vez, se va por el camino de los préstamos con derecho de compra u oportunidades. Uno de ellos podría ser Leonardo Bonucci, que trabajó poco en el Unión Berlín y estaría encantado de regresar a Italia. El defensa, de 36 años, ha firmado un contrato de un año con el club alemán, que sin embargo también podría ser convencido de rescindirlo, aunque la Juventus participa en el pago del salario de unos 2 millones netos.
Aunque menos prospectivo, Bonucci podría ser más fácil de fichar que Solet (Salzburgo) y Theate (Rennes), aunque tampoco se pierde de vista la posibilidad de llegar a Chalobah que podría salir a préstamo del Chelsea. Pero hay buenas noticias: Viña, ahora en Sassuolo, gusta al Flamengo, que podría ficharlo por 4-5 millones. Esperanzas para las arcas de la Roma.