El ambiente se pone tenso en Trigoria: la cuestión del arbitraje comienza a volverse engorrosa, escribe Ugo Trani en Il Messaggero. Y preocupante. Los agravios sufridos costaron tres derrotas: el enfado de la alta cúpula de la Roma se puede leer así en la clasificación, con la Champions en peligro. Las decisiones equivocadas de los árbitros y sus colaboradores pesaron en las tres derrotas(y por tanto cero puntos) en 8 partidos de Liga.
El perfil bajo está bien, pero el club Giallorossi está pensando en moverse, al menos de manera informal: no puede tolerar otros errores graves, como los de los partidos perdidos ante Lazio y Juve. La caída de Verona también se enmarca bajo la lupa. Y, por si fuera poco, un partido ganado, ante el del Udinese, también terminó mal. Sin tener que presentar ningún expediente, mientras tanto se han contado los errores de 4 partidos. Ahora, luego de la despedida de Fienga, será el turno del director general Pinto (hablará en vivo por TV antes del partido contra Bodo Glimt), junto al delegado Lombardo (mantiene relaciones con instituciones deportivas), tocar la puerta del edificio (Figc y Lega) para expresar la preocupación de Friedkin por el trato recibido en la mitad de los partidos disputados.
Además de todos los temas arbitrales, la directiva de la Roma se pregunta por qué la Juve si puede reproducir un himno o una canción después de que suene el himno de la Lega. Algo que no fue posible en el Olímpico y por lo que Pinto reclamará en busca de evitar una sanción. De la Liga se filtra una justificación: la de la Juventus es una canción y no un himno. Mejor reírse de eso.
